I ♥ my socks

Wasel Wasel te proclama tejedora de calcetines oficial! Así me he sentido, cuál princesa tocada por la espada de la reina. 

Era mi ilusión aprender a tejer calcetines a punto y con cinco agujas. Calcetines laneros y calentitos para mis pies congelados de todos los inviernos. Y sabía que la única y mejor solución era que Gemma me enseñara con sus cursos. No lo dudé y os digo: ¡No lo dudéis, no os arrepentiréis!

Los comienzos siempre son duros y no negaré que deshicé y me enrabié, que lo dejé unas semanas harta del calcetín! Pero cuando me serené, decidí ponerme con la calma y la tranquilidad de sentarme a la mesa y escuchar a Gemma con toda la atención posible... fue mágico!!! Sus palabras e imágenes junto con mis manos hacian que el calcetín avanzara... crecía junto a mi ilusión!!! 

Llegué al talón y junto a la magia de Gemma, tuve la experiencia de mi querida madre-socia y la paciencia de Sarah. ¡Mis calcetines han sido trabajo en equipo! 

Es cierto que existe el "síndrome del segundo calcetín". Pensar en todo el proceso de nuevo...pero también luego lo emprendes con más ganas porque sabes dónde estar más atenta y dónde ir del tirón.

No dejé de probármelos durante todo el proceso y no negaré tampoco que muchos ratos mientras tejía el segundo calcetín... llevaba puesto el otro!!!! Y acabarlos fue una fiesta en mi casa y un ¡yo también quiero calcetines! 

Me ha parecido todo como un ritual. Un paso a paso muy trabajado. Acabarlos, rematar hilos, submergirlos en agua, ponerlos en los bloqueadores... secarlos al sol.... ¡Todo mágico! Los que me seguís por instagram habéis seguido paso a paso el trabajo:

El hilo que he utilizado fue el PHILDAR FOLK 100 regalo de nuestra querida primera swapetina, Ana de Planeta Piruleta, el hilo tenía que ser ese para los primeros, sin duda! 

Mi chico dice que es lo más bonito que he tejido nunca, que tiene una simbología deliciosa tejer tus propios calcetines. Él los mira con buenos ojos, yo veo muchos errores, muchas cosas a mejorar... pero son los primeros y estoy orgullosa. 

Imposible todo ello: los calcetines, el tejer a cinco agujas, el talón, el remallado... la magia en definitiva! sin la ayuda y paciencia de Gemma. Sabéis como la quiero, pero es más de lo que imagináis. GRACIAS MI NIÑA por proclamarme tejedora de calcetines!!!! ♥♥♥