Mi Cherry Blossom

Tengo una vitrina en mi comedor con todas mis muñecas. Si, si, como leeis. Me da igual que me llamen friki o que piensen que estoy loca. Ahí están mis pullips, blythes, dals, momokos, apple doll, momijis, de porcelana, de trapo, las que hacen música... y un largo etcétera. Quien me conoce me regala muñecas, me las trae del mundo entero. Me chiflan, no soy una niña, pero me chiflan. 

Todo el mundo tiene wishlists imposibles de las que tal vez, con un poco de suerte, puede ir tachando de la lista aquellas que cumple o llegan a sus manos. Yo tengo muñecas imposibles. Podría dedicar posts enteros de mis niñas y de mis logros, porque encontrar o poder comprar algunas de ellas ha sido épico. 

Siempre me habían chiflado unas muñecas japonesas de los años 70, con gorrito y traje de lana en colores vistosos. Las había encontrado pero los precios de gastos de envio disparaban la situación o simplemente la mayoría de veces no enviaban a España. 

Ahora resulta que, 40 años después, la misma fábrica vuelve a crearlas y las comercializa con el Reino Unido para la marca Lapin and Me. Y ¿quién las trae a España? Pues la maravillosa tienda de Kötbullar  & Mjölk, más conocida como KM Family. 

Cuando vi que Cristina publicaba que por fin las tenian, no dudé como siempre, ¡no! Me fui disparada y me pedí mi pequeña Cherry Blossom. 

Ahora está en casa, más preciosa de lo que pensamos nunca. Con su grabado Made in Japan y su cara bonita. 

Decidimos que merecía, después de tantos años, una sesión de fotos especial, y nos fuimos al sitio que teníamos reservado en nuestra mente para alguien especial. 

Pensaréis que estoy pirada, tal vez, pero ha sido el mejor autorregalo de cumple del mundo.