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lunes, 30 de mayo de 2016

Mis pastores

Prados de Bestué (Huesca)

Leer a Bernardo Atxaga me transporta a mis ancestros. Nieta y sobrina de pastores. Pastores reales, dedicados en cuerpo y alma a sus ovejas. Escuchando historias como las que él cuenta en sus libros de la mano de los míos. Historias de otros pastores, historias de sus queridas ovejas, de sus perros cómplices. Del momento trashumancia, ese viaje acompañados de cientos de balidos poniendo música al camino. Viviendo mi infancia entre zurrones y calcetines de lana. Lana de sus propias ovejas, de nuestras ovejas.

Mi abuelo Joaquín tenía cara de pastor, manos de pastor, alma y corazón de pastor. Y todo ello lo heredó mi tío Joaquín. De él llegaron a mí las historias bajadas de la montaña aragonesa. Las de mi abuelo me quedan lejanas, como soñadas. Las de mi tío son nítidas, vivas; aunque él tampoco esté ya para seguir contándome. Hace más de un año que no está y aún hay días en que cojo el teléfono para llamarle y buscar historias nuevas. Contarle las mías. Y no está.

Leyendo a Atxaga estas semanas tengo a mis Joaquines más vivos que nunca. Su lectura vuelve a transportarme a los valles donde pacían nuestras ovejas. A los pastores de las historias de mi tío. A la sensación de soledad, de tranquilidad, de complicidad con el silencio que él tenía también. Puede ser que para cualquier otra persona ajena a ese mundo, sea tan solo una lectura bonita. Para mí es un revivir, es un volver a esos prados que os enseño e imaginar a mis pastores.

Conservo conmigo calcetines de mi tío tejidos con esa lana. En mi armario descansa la boina que mi abuelo paseó bajo esos cielos de pasto. Tengo entre mis tesoros cencerros que sonaron por el Pirineo aragonés guiando mil vueltas a casa. Historias de trifulcas por animales, por tierras, por engaños, por amistades… guardadas en la memoria familiar. Esa que deberá pasar de generación en generación para no olvidar jamás que descendemos de pastores. Tal vez por ello hayamos heredado, también sus nietos, ese amor por el monte, por el verde, por el silencio de estar ahí arriba casi tocando el cielo mientras suenan los badajos…

11 comentarios:

  1. Qué bonito y qué ilusión me ha hecho leer la referencia a Atxaga. "Gizona bere bakardadean" fue una de mis libros favoritos de la adoslescencia. No sé muy bien cómo se traduce en castellano.
    Lo has explicado todo tan bien, como siempre. Con todas la referencias que tienes y la sensibilidad, estoy convencida de que podrías escribir una novela preciosa. Aunque eres más de poesía, verdad?
    Muaka!

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    1. ¡Una novela! Madre mía, si escribo regulín!!!!! Tú me quieres a mí mucho, Me encanta escribir, no lo niego, y si no lo hiciera todos los días no sería yo. Me alegro que te haya traido tan buenos recuerdos. A mí es que me tiene muy ñoña Atxaga estas semanas... Un besote y gracias siempre por tus palabras bonitas.

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  2. Mmmm... Adoro la muntanya i el gossos. Igual jo també tinc ànima de pastora.
    M'ha agradat aquest post... m'ha fet pensar en el PAUL. Ell també té ànima de pastor. A ell si què el veig acompanyant a algun dels teus Joaquins!
    Gràcies per compartir els teus records, preciosa!

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    1. I tant que tens ànima de pastora, cap dubteeeeee! Doncs si ell té ànima de pastor, no hi penses més, porta'l a casa i pastureu neneta, porta'l a casa!!!!!! I de res, m'encanta compartir records amb tu, ja ho saps.

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  3. És molt bonic el que has escrit Esther i que ho hagis volgut compartir amb tothom. A mesura que els que estimem ens van deixant físicament, ens queden les vivències compartides i el somriure que ens provoca el seu record, és el millor llegat que podem heretar.

    Albert

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    1. Gràcies, Albertet. Quin bot em fa el cor sempre que comentes. És fort però també em transporta a la bombolleta un segonet. I sí, el record que queda mai mor però a vegades, en èpoques o circumstàncies o mira! amb l'Obabakoak, apareixen de nou i en cada relat hi són presents una barbaritat. Són unions, com si estiguessin llegint al meu costat. Com si els seus pastors tinguessin les cares que jo recordo... ja saps que estic molt loca. hihihiiii No els oblidem mai als que han marxat, mai mai mai. Una abraçada de tantes que ens devem.

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  4. Vengo de un lugar (La Pampa, Argentina) donde todavía (por suerte) se puede ver la linea del horizonte. Por eso quizás me gustó mucho tu relato, porque entiendo la paz y la tranquilidad de la que hablás en él ♥ En las raíces de uno mismo están las pequeñas cosas que nos hacen ser quienes somos (como los calcetines que nombrás vos). Que lindo que valores todo eso :) ¡Besos!

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    1. Gracias Noelia, qué bonito que te haya llegado así mi relato. Gracias. Un abrazo fuerte fuerte fuerte!

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  5. Aysss, que gusto leerte. Que texto tan bonito y que imagen para acompañarlo. Me encanta Atxaga. Ha sido leerte y tener una necesidad de releerlo.

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    1. Ayyyysssss qué bonito lo que me dices y cuánto me vale que os llegue así. Gracias guapi, muchas muchas muchas gracias. Yo me guardo un poquito de Atxaga para cada noche antes de cerrar la luz. Lo calma todo. Un besote

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