Vivo rodeada de agendas llenas, de libretas con listas, de recordatorios y avisos en el móvil, de post-its de cosas por hacer... Mi cabeza tiene una cuadrícula en forma de calendario, como si fuera un excel gigante: primero una cosa y luego otra... Todo seguidito y sin dejarse nada. 1, 2, 3, 4, 5... ¿que no hemos acabado? Pues 4, 5, 6, 7...
¿Por qué digo esto yo ahora? Porque hoy he ido a la piscina y me he dado cuenta que todo está milimetrado, como siempre. Una piscina por minuto, 30 piscinas en media hora, 10 piscinas de un estilo, ¡para! ¡acuérdate de respirar!, 10 más de otro, tanto tiempo en los chorritos, tanto otro en las burbujas... ¡tiempo! ¡A la ducha!
Si, señores y señoras. Soy milimetrada, matemática... nada queda al azar. Aunque esté relajada, disfrutando del agua... sé cuando tengo que parar.
A veces pienso que ser tan organizada es malo, que debería aprender a dejarme ir y relajarme. De vez en cuando lo intento, lo prometo. Pero tengo claro... que debo dejar de contar piscinas, aunque el día a día nos lo permita hacer tan poco.
La ilustración de hoy revela muy bien cómo me siento a veces, todo simétrico. Es de Elisabeth Olwen y si entráis en su web veréis su serie de ilustraciones de piscina que son tal para cuál para mí. ¡Espero que os gusten! Y... ¡dejemos de contar piscinas!!!
neni!! deixa de contar piscines pero no deixis d'organitzar!! a mi m'encanta tot el que organitzes i em fa molt feliç!! així que improvitza si! pero organitza després!! un petonet!
ResponderEliminarjajjaaaa organitzar!! sóc una sargento, tot el dia ordeno i mano!!! jajajaa si, però tan tan tan organitzar... em fa perdre moltes coses!!!! comptarem menys piscines però seguiré organitzant!!! jajaja gràcies neniiiiI!
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