Tejedoras de mi vida

Hay series que pasan desapercibidas, como quien mira un telefilme el domingo por la tarde. Pero hay otras, y no es la primera vez que os lo digo, que se quedan ahí para siempre; que calan hondo. 

Esta vez, tras dejar atrás a Mad Men, me puse con la segunda temporada de Llama a la comadrona. Había visto la primera y me entusiasmó, pero es que esta temporada... ¡la he visto en un sólo fin de semana!

El reloj biológico sonó en mi interior hace mil años, tal vez nací ya con el tic tac; siempre he querido ser madre. Sólo pensar en lo que debe sentir una mujer con el bebé en su vientre me estremezco. Por eso esta serie me tiene con la emoción desde el minuto uno. 

Me encanta cada personaje, Jenny Lee es todo ternura, Chummy, las hermanas... cada uno está tratado con un cariño pasmaso. Cada episodio son un seguido de partos y situaciones estremecedoras en las que se mezclan sus vivencias personales. Las mujeres fuertes que luchan ante una sociedad que las anula, las que luchan por no perder a su bebé, las que paren y paren y paren... 

Acabé la temporada con un suspiro y con una apropiación. Soy una persona muy sentimental, llámenle sensiblemente emocionable. Pero es que cuando vi que ante un parto dificultoso de una de ellas, el resto se ponen a tejerle una manta al bebé... estalló una complicidad dentro de mi. Cada una de ellas tejía un granny a punto, en diferentes colores, decenas de ellos. Y mientras la otra daba a luz en el hospital, ellas unían cuadraditos de cariño que luego le llevaron. 

Fue una conjunción de elementos tan bonitos e importantes para mí que pensé que si algún día estuviera embarazada, me gustaría más que nada en este mundo que todas mis amigas tejedoras queridas, quisieran tejer un pequeño granny para mi bebito. Que saliera una manta de colores y de cariño, de buenos deseos de muchos rinconcitos. Me encantaría que mis amigas no-tejedoras, se animaran a tejer un sólo granny para estar presentes en esa manta. Porque esa manta sería todo un simbolismo del amor que da a luz la lana, y que le abrigaría más que nada. Las mujeres de mi vida unidas en la lana. 

Sé que es egoista por mi parte pedir que tejan para mí, pero cuando lo vi sentí una emoción tan grande... Me recordó un poquito a las despedidas de soltera creando la colcha de patchwork, que algunas veces se ha hecho en BlackOveja, y como me pareció maravilloso y emotivo cuando lo vi . ¿Qué mejor que que esa manta sea para tapar a un recién llegado? Ahí lo dejo... ¿un granny de 10x10?¿Alguna mano alzada, amigas?