Historias de noviembre: 3, 2, 1 ¡acción!

A noviembre y diciembre una llega cómo bien puede. La meta está ahí a tocar y llego con la mochila cargadita. Descargar no es nada fácil, hacer balance tampoco, recopilarlo todo... una odisea. Pero ya vendrá diciembre para todo ello. Para liberar un poco el peso, como siempre os digo, las historias de otros son un buen reconstituyente. Este mes vienen cuatro historias individuales, tres mujeres y un hombre. Historias deliciosas y sorprendentes. Venga, démosle al play a ver qué nos cuentan... 

Número 1. Testamento de juventud.

Testament of youth, Reino Unido 2014. Basada en la novela autobiográfica de Vera Brittain. Narra la historia de Vera durante la I Guerra Mundial. Cómo después de conseguir entrar en Oxford debe convertirse en enfermera para ayudar en la guerra. Explica sus vivencias y pérdidas.

¿Qué decir? Como os digo cada mes, las recreaciones de historias reales hay que verlas. Se viven más, se viven distinto, con más intensidad. Vera sólo quería ir a la universidad, ser escritora, y acabó viviendo una guerra que le arrebató su vida e hizo que sus planes cambiaran. La ambientación está muy bien conseguida y los detalles muy cuidados. Aparecen textos originales y se recitan poemas y fragmentos de cartas que intercambiaron Vera y Ronald. Indagando, ya me conocéis, he podido saber que el libro de Vera fue un éxito de ventas tras la guerra. En los setenta la BBC ya hizo una serie con la historia. Y he descubierto que no hace muchos años se publicó un epistolario con todas sus cartas. Eso me interesa. La correspondencia es de lo más íntimo entre dos personas, son trocitos de su historia que quedan para la posteridad. Quedan ahí escritas, después de haber sido intercambiadas. Antaño eran cartas con sello, ahora correos electrónicos. Los borradores son como cartas secretas... muchas veces directas a la papelera,  ¡enviadlos siempre, lo que se siente no puede quedar en secreto!

Número 2. Victoria.

Victoria, Alemania 2015. Grabada en un único plano secuencia. La cámara sigue durante dos horas las vivencias de una española en Berlín, tras conocer a un grupo de cuatro chicos berlineses en el famoso barrio de Kreuzberg.

Una barbaridad. La película es lo que ves, la cámara sigue a Victoria en dos horas de su vida. No hay cortes, no hay retoques. Por eso es una barbaridad. Se grabó en tres ocasiones y se quedaron con la mejor versión. Aparecieron extras que no esperaban, momentos del diálogo improvisados y el cámara lo borda plano tras plano eligiendo la mejor de las visiones. Laia, hace un papelazo, premiado ya y a la espera de más reconocimientos. La verdad es que su actuación es realmente espectacular. Hay que ver la película en VOSE, para poder apreciar el inglés de ella y el alemán de ellos. Disfrutando de los momentos en los que a Laia se le escapan expresiones castellanas ¡era imposible sino! No cuenta una gran historia pero lo hace de una manera tan sorprendente que no puede dejaros indiferentes. ¡No puede!

Número 3. Yo, él y Raquel. 

Me & Earl & the Dying Girl, EEUU 2015. Greg intenta vivir una vida lo más anónima y solitaria posible con un único amigo. Todo cambia cuando su madre le obliga a visitar a una compañera de instituto diagnosticada de leucemia.

No es una película lacrimógena, aunque pueda parecerlo por su argumento. Es una película sobre la amistad, la familia, el futuro, el esfuerzo, cómo las circunstancias que van apareciendo en nuestra vida marcan el camino que seguimos. Puede cambiar todo en un momento, una chispa puede girar nuestro puzle del revés, puede incendiarlo. Dejar todas las piezas boca abajo y tener que recomponer con las que encontramos. Os digo ya, antes de que le deis al play, que la miréis atentos. Atentos a los diálogos, a los planos, a cada detalle… para que cuando llegue el final podáis encajar todas las piezas y así encantaros aún más la historia. De verdad, ¡atención total! Os encantará, a mí me ha cautivado y he llorado lo mío. No tiene mérito, soy fácilmente impresionable. Pero es una película muy creativa, con muchos momentos handmade ¡no os la perdáis!

Número 4. Marte.

The Martian, EEUU 2015. En una misión a Marte, el astronauta Mark Watney es dado por muerto. Luchará por su supervivencia en el planeta rojo y por conseguir poder comunicarse con la Tierra.

Me encantan las películas sobre el espacio. Esa sensación de flotar se me contagia y me fascina. Me gusta ver cómo vuelan en el espacio sideral. Ciertamente todas las películas suelen narrar lo mismo: uno se queda perdido, debe sobrevivir, hay tormentas espaciales, América hace gala de su NASA… Ya lo sabemos, sí. Pero aun así, todas acaban cayendo en mi red. Gravity, Interestellar… Y ahora The Martian. Para mí, la mejor de las tres últimas. ¿Previsible? Sí, pero tiene su encanto. El reparto también es de mi agrado y tiene algún que otro toque cómico, junto al puramente científico, que te mantiene enganchado en todo momento. 140 minutos de supervivencia a años luz de la Tierra. No os defraudará si os gusta ese silencio del espacio, ese silencio único de las pelis alejadas de la Tierra, ese vacío. Tal vez por eso me maravillen, por eso silencio en la pantalla grande, por sólo escuchar su respiración y la tuya, nada más.

Penúltima entrega del año de las historias que me han acompañado este 2015. Espero que las anotéis en vuestra lista y poco a poco vayáis descubriéndolas. Respiración profunda y a por el último mes con toda la fuerza posible.