Misión cumplida. Entrega a la
tercera mujer completada. Esther recibió sus calcetines hace unos días en una
jornada muy especial.
Ya os he hablado antes de ella,
mi Esthereta. Somos “Estheretes” mutuas, una de la otra. Tras diecisiete años
hay tantas batallas por recordar que esta última merecía un buen regalo. Esther
es una luchadora, una valiente, una aventurera. A ella hay que recurrir cuando
surge el miedo y la incertidumbre. Ella tiene la respuesta, la fuerza para
desperezarte del temor. Sí, lo tengo comprobado. Estos últimos meses ha
trabajado como una jabata en su tesis doctoral. Encaminada a descubrir las
relaciones más sorprendentes entre las publicaciones literarias de la Poesía de
la Experiencia. Estudiando como nadie todas esas revistas con tantas y tan
buenas relaciones por desentramar. Ahí he estado yo, para enterarme de todo,
para vivirlo con ella. Y hace unos días fue la defensa de la tesis ante el
tribunal. Tenía que vivirlo con ella. Y allí estaba yo con sus calcetines en
mano. Disfrutándola con la lata cerrada, felicitándola con la lata abierta.
Como no podía ser de otra manera
recaí en la malabrigo uruguaya en su color Solis. Un verde azulado, agua de
mar, elección indiscutible para unos pies de nadadora como los de Esther. Tras
estos últimos calcetines me pregunto: ¿seré
capaz de tejer otros sin malabrigo? Y me respondo: hay que acabar las reservas que quedan en casa. El dilema de la
tejedora-acumuladora-de-lana.
Escogí el patrón de Fox Faces,
que tantas calcetadoras ya habían tejido y yo aún guardaba en la recámara. Me
ha encantado tejerlos. El cambio brusco de esquema en la pierna me ha divertido
y fascinado su resultado final. Los calados no han sido complicados y la
aparición del azul entre el verde en el tejido ha ido haciendo su magia.
De esta manera se van acumulando
los calcetines entre mis proyectos de Ravelry. El reto del 2016 será aprender a
intercalar colores, aventurarme con el jacquard de una vez.
Terminado el proyecto “Mismujeres”, me adentro en otro KAL con Sarah, Agulla Llanera. Además de nuevas
fotos bordadas, versos bordados y nuevas ideas hilo en mano que ya os contaré
más adelante. Ilusionando a fotógrafos-poetas ando… Locuras mías, loca yo, ya
sabéis.
Que preciosidad de calcetines. Seguro que la doctora quedo encantada. Me parece un regalo precioso para un día tan importante.
ResponderEliminarPor cierto, me estas creando una necesidad imperiosa de probar la malabrigo. :)
Gracias, guapi. Pues sí, se me fue la pinza y pensé que era el mejor regalo que podía hacerle. Tejerle los calcetines mientras ella acababa su tesis. Ayyyyy y sí, prueba la malabrigo ya!!!!! No podrás parar!!!!! muá!
Eliminar