Todos los rincones del mundo
tienen su magia. Solo hay que buscarla, querer encontrarla. Los hay que no
dejaran la huella romántica que esperamos. Otros grabaran un tatuaje para
siempre, de los que no se borran.
Espot ha sido como un tatuaje a
color. De los que incluso puedes ver en él distintas figuras. Por la variedad
de sensaciones, de recuerdos y de piel de gallina generados. Para una medio
pallaresa del Jussà,
descubrir lugares en el Sobirà tiene su
encanto. Y ese descubrimiento este
verano ha sido con este pueblo.
Situado al pie mismo del Parque Nacional de Aigüestortes,
paraíso natural indiscutible. No es solo un pueblo de paso o de turistas. No.
Hay que pasear por sus calles, admirar sus vistas, sus huertos, sus ventanas a
la espera del invierno.
Lo lógico en estos parajes, y más
para conocedores del Pirineo como nosotros, es comer olla
pallaresa en todas las comidas. No hay discusión. Pero para la cena
teníamos en mente otro plan, desde casa sabíamos que debíamos conocer a Burgerplatz. ¡Menudo hallazgo! Escondido
del mundanal ruido y totalmente cautivador se encuentra este pequeño local de
hamburguesas. El lugar tiene una ambientación acogedora y extraordinaria, pero
es que la comida aún es mejor. Hago un paréntesis: pensar que Esther nunca hace
un post sobre comida. Ofrecen la mejor carne del Pirineo en unas combinaciones
sorprendentes, cerveza elaborada en la zona y yogures naturales de los pueblos
vecinos. La atención fue la mejor que recibimos durante nuestra estancia y
repetiremos seguro. Anotad para cuando os acerquéis por allí, ¡imprescindible!
La estancia en Espot terminó de
la mejor manera posible. Entré en el Hotel Saurat y pedí pasar
un rato en la biblioteca que Joan de Sagarra
tiene allí montada.
En agosto voy al
Pirineo, a Espot, a un hotel donde he puesto la biblioteca de mi padre y otros
muchos libros. A mí me encantan las bibliotecas de hoteles. Esto lo he visto
mucho en Inglaterra, en Italia. La gente deja un libro, otro lo coge… Ahí he puesto
todo Simenon, libros franceses y alemanes. Le pedí a Marsé que me diera sus
novelas en húngaro, y luego Vila-Matas me las ha dado en ruso, y mi hijo que
está en Budapest me ha traído toda Agatha Christie en húngaro y está todo ahí.
Fragmento extraído de la Revista
Clarín. Joan de Sagarra fue entrevistado por J.J. Ordovás en septiembre de
2007. Efectivamente, todos esos libros que menciona y más se encuentran allí.
Todos los libros de su padre están en ese saloncito con vistas al jardín del
hotel. Tras el vidrio hay un tesoro de papel. Esta que os escribe, ahí sentada, pensó en
la gozada que sería compartir un ratito con él en uno de esos sofás. Preguntarle el porqué
de esos libros y no otros. El porqué de su selección. Y una piensa hasta en
instalarse ahí todo un verano y estudiar esos estantes y pasar entre ellos
horas y días. ¿Por qué no? Queda anotado en la lista de sueños por cumplir…
Espot ha pasado a formar parte
del álbum de recuerdos. Con planes de vuelta por esa fuerza impetuosa que ya
tiene para sacarme de mi madriguera.
Si supieras lo que me gustan los pueblos de los Pirineos. Todos ellos. Esas casas de piedra me vuelven loca. Qué gustazo y qué ganas de conocer esa zona por favor!!
ResponderEliminarPues, Amaia, apúntala. Escaparos, de verdad que os maravillará. Tengo pendiente otro post sobre el parque nacional que te apasionará. A ver si tengo tiempo de prepararlo. Es una zona preciosa como todos los Pirineos. Da tanta paz que una no volvería a casa!!!!
Eliminar