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miércoles, 31 de agosto de 2016

Espot

Todos los rincones del mundo tienen su magia. Solo hay que buscarla, querer encontrarla. Los hay que no dejaran la huella romántica que esperamos. Otros grabaran un tatuaje para siempre, de los que no se borran.

Espot ha sido como un tatuaje a color. De los que incluso puedes ver en él distintas figuras. Por la variedad de sensaciones, de recuerdos y de piel de gallina generados. Para una medio pallaresa del Jussà, descubrir lugares en el Sobirà tiene su encanto.  Y ese descubrimiento este verano ha sido con este pueblo.

Situado al pie mismo del Parque Nacional de Aigüestortes, paraíso natural indiscutible. No es solo un pueblo de paso o de turistas. No. Hay que pasear por sus calles, admirar sus vistas, sus huertos, sus ventanas a la espera del invierno.

Lo lógico en estos parajes, y más para conocedores del Pirineo como nosotros, es comer olla pallaresa en todas las comidas. No hay discusión. Pero para la cena teníamos en mente otro plan, desde casa sabíamos que debíamos conocer a Burgerplatz. ¡Menudo hallazgo! Escondido del mundanal ruido y totalmente cautivador se encuentra este pequeño local de hamburguesas. El lugar tiene una ambientación acogedora y extraordinaria, pero es que la comida aún es mejor. Hago un paréntesis: pensar que Esther nunca hace un post sobre comida. Ofrecen la mejor carne del Pirineo en unas combinaciones sorprendentes, cerveza elaborada en la zona y yogures naturales de los pueblos vecinos. La atención fue la mejor que recibimos durante nuestra estancia y repetiremos seguro. Anotad para cuando os acerquéis por allí, ¡imprescindible!

La estancia en Espot terminó de la mejor manera posible. Entré en el Hotel Saurat y pedí pasar un rato en la biblioteca que Joan de Sagarra tiene allí montada.

En agosto voy al Pirineo, a Espot, a un hotel donde he puesto la biblioteca de mi padre y otros muchos libros. A mí me encantan las bibliotecas de hoteles. Esto lo he visto mucho en Inglaterra, en Italia. La gente deja un libro, otro lo coge… Ahí he puesto todo Simenon, libros franceses y alemanes. Le pedí a Marsé que me diera sus novelas en húngaro, y luego Vila-Matas me las ha dado en ruso, y mi hijo que está en Budapest me ha traído toda Agatha Christie en húngaro y está todo ahí.

Fragmento extraído de la Revista Clarín. Joan de Sagarra fue entrevistado por J.J. Ordovás en septiembre de 2007. Efectivamente, todos esos libros que menciona y más se encuentran allí. Todos los libros de su padre están en ese saloncito con vistas al jardín del hotel. Tras el vidrio hay un tesoro de papel. Esta que os escribe, ahí sentada, pensó en la gozada que sería compartir un ratito con él en uno de esos sofás. Preguntarle el porqué de esos libros y no otros. El porqué de su selección. Y una piensa hasta en instalarse ahí todo un verano y estudiar esos estantes y pasar entre ellos horas y días. ¿Por qué no? Queda anotado en la lista de sueños por cumplir…
Espot ha pasado a formar parte del álbum de recuerdos. Con planes de vuelta por esa fuerza impetuosa que ya tiene para sacarme de mi madriguera. 

2 comentarios:

  1. Si supieras lo que me gustan los pueblos de los Pirineos. Todos ellos. Esas casas de piedra me vuelven loca. Qué gustazo y qué ganas de conocer esa zona por favor!!

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    1. Pues, Amaia, apúntala. Escaparos, de verdad que os maravillará. Tengo pendiente otro post sobre el parque nacional que te apasionará. A ver si tengo tiempo de prepararlo. Es una zona preciosa como todos los Pirineos. Da tanta paz que una no volvería a casa!!!!

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