Mi caja de hilos de bordar es
heredada. Es la misma que utilizaba mi madre de soltera. Más de 40 años tiene.
Todavía quedan en ella algunos de sus hilos. A decir verdad la mayoría todavía
lo son. Otros han sido incorporados recientemente por estas nuevas manos
bordadoras.
Cada vez que abro mi maletín de
bordar y sale la caja, pienso en sus manos. En cómo bordaba
sábanas,
como las que os enseñé. Y esos hilos que salían de aquí mismo, ahora son míos. Herencias de las que solo eres consciente con el paso de los
años. La madurez que la hace a una más sentimental, si cabe, más nostálgica.
Con esa combinación de ayer y hoy, llega la cuarta serie de
versos bordados. Ocho poetas han puesto la palabra, yo he escrito con el hilo.
Esta vez han sido
Ernestina de
Champourcín,
Sara Herrera
Peralta,
Kim
Addonizio,
Sonia San Román,
Luis García Montero,
Karmelo C. Iribarren,
Edward
Thomas por
Ben Clark y
Josep Maria Nogueras.
Abrazos, milagros, herencias, dolores, deseos, lloros, nostalgias y paz. ¿Os
dais cuenta de todo lo que llega a concentrarse aquí? Sentimientos que otros
han escrito por ti. Nuevos versos para el dietario. Recuerdos bordados para que perduren.
Estrenando hilos nuevos,
siguiendo en mis probaturas con los dorados, volviendo a escribir con el
bordado. Es todo un reto, como siempre os digo, analizar cada uno de los versos para ver qué me pide el hilo con ellos. Esta vez, para hacer la labor más placentera, he conseguido una esponja mayor como zona de trabajo. Recordad que para bordar papel hay que trazar primero el camino con la aguja. A mayor superfície sobre la que trabajar, libertad total de movimientos.
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Ernestina de Campourcín. |
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Kim Addonizio. |
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Edward Thomas (Ben Clark). |
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Luis García Montero. |
Siempre lo repito: bordar
versos calma mil mareas. Otra vez ha sido así. No os quedéis tan solo con las
fotos y con seguir el hilo. Leed lo que nos cuentan estas líneas, ampliad las fotos y leed. Viviendo,
como he hecho yo, cada uno de estos poemas. Porque cada lectura ha sido una
piel de gallina, cada foto un escenario regalado a esas palabras. Nada al azar.
Lo único que llega sin pedirlo es el deseo de que sea ese poema y no otro. Eso sí
llega solo.
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Karmelo C. Iribarren. |
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Josep Maria Nogueras. |
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Sonia San Román. |
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Sara Herrera Peralta. |
Se acumulan ya en mi carpeta cuatro
series de versos bordados. Algunos de ellos han viajado hasta sus dueños
respectivos. Los poetas tienen en sus manos sus letras bordadas, todo un honor
para mí. En ocasiones vale la pena desprenderse de algo tan valioso para una. Y es curioso como acabando una serie ya te viene a la mente la siguiente... Esperad a ver, mientras sigamos leyendo.
Preciosos com sempre Esther
ResponderEliminarGràcies bonica. La meva gran lectora, ahir et vam enyorar! La propera quedem per fer aisling va!!! quan? besitos
EliminarY mi comentario dónde se ha ido? Bueno, lo repito igual.
ResponderEliminarTe decía que hay muchísima belleza en todo lo que haces. Mucha fuerza mi niña, y tiempo trabajazo para salir reforzada. Un besazo!
Mi niña, siempre aparece para quererme tanto. Me alegro que te gusten, si supieras cuánto me relajan... ayyyyy Reforzarme me falta, pero un vacío tan grande... Un besazo!
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