Vandyke Stitch Cowl

Un buen amigo hace muchos años que me dice que la vida es divertida. Que siempre nos pone delante tan solo aquello que podemos disfrutar y lo que podemos superar. Hay que aprender a saborearlo todo, me dice Jesús.

Laura apareció hace nueve años para darnos cuenta juntas de ese divertimento que se nos pone ante los ojos. Nos conocimos y conectamos porque nos pareció que vivíamos paralelas. Siempre seguimos ahí, pero como ya es sabido, los caminos de la rutina hacen que el aquí y ahora sea complicado. Tras un par de años sin vernos, aun viviendo a 60km, hemos vuelto a tener la necesidad de encontrarnos. En el fondo sabíamos que algo nos volvía a conectar.

Me pidió un cuello a mi gusto para afrontar el invierno. Pensé que era la mejor manera de poner día al reencuentro. Tejer y entregar. Me decidí por un verde en Katia Inca. Monté 50 puntos y tejí con aguja de 8mm. Elástico 1x1 arriba y abajo. Esta vez me aventuré con el Vandyke Stitch. Conocida ya mi pasión por los rombos. Os dejo un enlace con un tutorial del patrón en Youtube. Yo seguí indicaciones de mi libro mágico. Siempre prefiero tejer teniendo el patrón en papel, antes que mirando a la pantalla. Manías de una.

Es un patrón sin complicaciones, sin puntos difíciles. Se sigue perfectamente y en 12 vueltas tienes el rombo terminado. Además, con lana tan gruesa queda un relieve súper resultón. Estoy por ir a buscar más madejas y tejerlo en bucle. ¿Alguien quiere un Vandyke Stitch Cowl?

Hicimos la sesión de fotos en Montblanc. Tras la comida de la mejor cocinera del mundo. Entre confesiones y emociones compartidas. Antes del paseo lanero por el centro histórico. Todo son hilos que se unen y se cruzan. A veces se forman nudos; otras, lazadas para siempre.

Parece que ya va llegando el frío y con él las tardes sin sol. Será cuestión de resguardarse, de esconderse bajo la manta, tejer y leer. Sigue en marcha el #aisling1000km. Tenemos 12 chales progresando por el mundo.