García Lorca ya se quedó prendado ante las primeras notas de jazz que escuchó en su viaje a Nueva York. ¿Imagináis la cara del granadino con su cante jondo fluyendo en vena cómo llegó? Magnífico debió ser ese descubrimiento para un amante de la música como él. Esa mezcla de colores, de sonidos; la fuerza del saxo debió dejarlo temblando. No voy a hablar de dicha música porque no soy una entendida, a mí tan solo me hace mover los pies y sentirme bien. El que sí es un entendido es Damien Chazelle, director de cine y antiguo batería en un grupo de jazz. Él sí entiende y por su culpa vibramos ante la pantalla.
Ya os hablé de Whiplash. De su intensidad y de cómo una película impacta y te deja sin sentido. Desde entonces esperaba la siguiente y aún con más ganas sabiendo que Ryan Gosling y Emma Stone iban a cantar para nosotros. Sabéis que dejé de escribir la sección mensual de cine, dejó de atraerme contaros mis rarezas cinéfilas, pero no he podido evitar este post porque no os podéis perder La La Land. ¡No podéis!
El género del musical. Ante una situación esperpéntica de la vida, ¿Quién no ha imaginado subirse encima de la mesa y cantarle algo al sujeto de enfrente? Ante unos ojos que se declaran, ¿Quién no se hubiera atrevido a tararear sus sentimientos? Los musicales llevan a cabo todo eso que nuestras mentes locas imaginan, pero no viven. Cantan bajo la lluvia con Gene Kelly, bailan en un parque como Audrey Hepburn y Fred Astaire en una Cara con ángel o cómo Satine canta entre dos amores en Moulin Rouge. Los musicales hacen que caminemos sobre baldosas amarillas como hizo Dorothy junto a Totó. En las películas de Chazelle se ve su influencia, y en esta última se intuye el alma de Las señoritas de Rochefort de Demy. Sus colores, su aroma francés o el ritmo, impregnan muchos de los planos de la Ciudad de las estrellas. Anotadla también, si no la conocéis, disfrutadla.
La La Land narra magistralmente la historia de Sebastian y Mia. Un pianista de música jazz y una actriz. Pudiera ser una película más sobre cómo elegir entre la carrera profesional y el amor, cómo triunfar o hundirse en los sueños que uno tiene desde la niñez. Sería una más si Chazelle no hubiera puesto su magia en ella. 128 minutos que pasan en dos corcheas. Cada escena musical es una emoción, imposible dejar que el vello no se erice. Imposible no estremecerse. Seduce desde el minuto uno con un comienzo espectacular, escenas coloristas, decorados cuidados, un vestuario impecable. Diálogos ingeniosos, canciones cuidadas en su letra y una música estudiada al segundo, unos pasos de baile memorables. ¡Ver bailar a Ryan! No, no tiene desperdicio. Cada plano te obliga al estudio completo de la pantalla, cada foco de luz encajado en el detalle. Atención visual y sonora, porque la música tiene tanta fuerza, tanta, tanta; que sales de la sala bailando. Sí, bailando, os lo digo yo. Bailando y cantando. Esa BSO, totalmente recomendada y que ya está en mi salón sonando en bucle desde entonces. “I don't care if i know / just where i will go / cauze all that i need is this crazy feeling / a rat-tat-tat on my heart /think i want it to stay…”
Me parece que se queda en nada este post, que no soy capaz de transmitiros la inmensidad de La La Land. No sé cómo hacerlo, no sé cómo convenceros sin ser cursi, sin caer en la floritura rosa que puede parecer un musical. No tengo tal capacidad. Para mí ha sido una grata sorpresa, esperada y realizada. Tanto que Sebastian y Mia, pasan a formar parte de mis otras tres parejas cinéfilas. Jesse y Celine, Ana y Otto, Joel y Clementine. Ahora se unen ellos, eso no lo cambia nada ya. Fijaos en su magnitud que ha sido un post, que necesitaba deciros que le deis al play, que confiéis en Chazelle porque no falla. Que os apoltronéis en la butaca y os dejéis llevar. Que pongáis el móvil dos horas en silencio, que se pare el mundo y os emocionéis. Que lloréis tranquilos, que se os muevan los pies, que tengáis ganas de levantaros y gritar a Mia, ¡gritadle! Y que esa emoción os dure hasta el día siguiente, y al otro, como a mí. Que la música suene en vuestra cabeza todo el día y que deseéis bailar y bailar y bailar sin parar.
Mmmm... m'has motivat! Haurem de veure-la
ResponderEliminarJo t'acompanyoooooooo! Quan?????
ResponderEliminarJo l'espero en csndeletes desde q la vaig veure anunciar! Aquesta tarda Hem posó la bso segur!!!!!
ResponderEliminarVes-hiiiiiiiii!!!! Us encantarà!!
EliminarSegur!
ResponderEliminarJa l'ha he vist i m'ha encantat!!!
ResponderEliminarOi que sí???? Encara canto i ballo joooo!! És una delicia ;)
EliminarQue te voy a decir que no sepas. Suscribo cada palabra Esther. Me ha encantado. Me parece una película muy valiente por parte del director. Estoy deseando volver a verla y mientras tanto nos quedara la BSO ;)
ResponderEliminarPD: A mi me sigue encantando leer tus post de cine. Ahí lo dejo
Pues yo estoy por volver a verla. ¡No te digo más! Esta mañana lo primero que he hecho: BSO! Gracias por tus palabras, neni, va! de vez en cuando podría hacer el post peliculero, muá!
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