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lunes, 15 de febrero de 2016

Naked Star Hat en la Cuesta de Moyano

“Dejo escrita en este libro la imagen de mi designio muerto.
Fui como hierba y no me arrancaron.”
Escrito en un libro abandonado en viaje. Fernando Pessoa
 
Adentrados de lleno ya en febrero sigue oliendo a Madrid. A libro viejo. Sigue calentando ese sol de invierno sobre las páginas amarillentas en la Cuesta de Moyano. A dos minutos del hotel teníamos la concentración más bonita de libreros de viejo madrileños. Visita obligada. Mi ratito perdida entre esos tesoros de papel. Fascinada pensando de quién fue cada libro. Emocionada por pensar quién debió desprenderse de ellos y por qué. Me cautivan los libros de segunda mano. Porque sé que alguien los sostuvo en sus manos primero. Alguien hizo sus notas, previas a las mías. Se emocionó con él y luego lo dejó ir. Son historias vivas, no sólo en las letras escritas del papel.
Esta vez acabé sin comprar nada. Faltaba inspiración y el encontrar “el libro” con mi nombre llamándome en cartel luminoso. Pero gocé de lo lindo remirando cada parada. Cada tienda cargada de libros hasta los topes. Haciendo cola para mirar, tan sólo de soslayo, lo que me dejaban en las paradas más interesantes. Allí dónde se agolpaban los asiduos al lugar, conocedores de los tesoros escondidos, de las mejores ediciones. Qué disfrute. Mi frase final fue: “si viviera aquí, vendría todos los días, o al menos un día por semana”. Y lo haría, lo sabéis.
Ese día estrenaba mi primer gorro caído. El primer y único gorro de este invierno tan poco invierno. Me encantó el gorro que enseñó mi querida Amaia, Solesilbando. Y como ella decía que había adaptado el original de Irina Bil, Naked Star Hat, yo también hice mi adaptación.  
 
Escogí, sin dudar, mi lana Robin FX DK. La famosa lana confeti que compré en Londres y que repetí comprando online porque necesitaba más de su alegría. Decidí tejer el gorro con agujas circulares de 4,5mm y monté 80 puntos. Debo decir que, con una veintena de puntos menos mucho mejor, ahora que una vez llevado se ha estirado un poco el acrílico. Aviso para cabecitas pequeñas como la mía.
 
Es un patrón muy sencillo que empieza con un elástico 1x1 que yo prolongué durante 20 vueltas. Luego se trata de combinar dos vueltas. La primera P1 K1. Y la segunda todo derecho. No tiene misterio ninguno. Y mi variación fue que cuando decidí que la largura ya me convencía, no reduje ni me entretuve, pasé un hilo y rematé. Chula yo, si señor@s.
¿Qué os parece? A mí me resulta un gorro súper cómodo. La lana cada día  me gusta más y la sesión de fotos no podía tener escenario mejor que rodeada de libros. Y si eran libros de viejo, mejor que mejor. Deseando volver y recuperar ese olor a libro antiguo que sigue llegándome desde la cuesta.

2 comentarios:

  1. Te ha quedado precioso. Me gusta muchísimo. Es que esa lana es una pasada. Es súper alegre y sienta genial. Y el patrón también me encanta. Ya se lo fiché en su momento a Amaia y ahora que te lo veo a ti me confirmo. Me estáis creando una necesidad ;)

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  2. Graciaaaaaaaasss!!! Qué ilusión siempre tus comentarios ;) Pues venga, aún estás a tiempo porque aún queda frío por pasar!!!!! Un besote y enséñanoslo si lo tejes eh! muá

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