Las redes sociales tienen estas
cosas. Con los años cuentas con personas, pocas, especiales aunque no sean
todavía de carne y hueso. Personas ajenas a tu día a día, a tu forma de ser
offline, que te dan cariño sin nada a cambio.
Casualidades de la vida, Sonia llegó a mi vida por la lana, los calcetines y Valladolid. Mi Pucela querida. Y se quedó conmigo. Hilando, en esa distancia tan bien conocida, una caricia de amistad enorme.
Casualidades de la vida, Sonia llegó a mi vida por la lana, los calcetines y Valladolid. Mi Pucela querida. Y se quedó conmigo. Hilando, en esa distancia tan bien conocida, una caricia de amistad enorme.
Este año me hizo un regalo de
cumpleaños maravilloso. No participé en los swapetines, tras mi agobio
del año anterior. Y ella no quiso que me perdiera el acontecimiento. Pero no
fue solo eso. Fue el
paquete más mágico jamás recibido. Como si llegara la carta de
Hogwarts, mismamente.
Los meses pasan, la rutina la engulla a una, pero tenía en mente mi regalo para
ella. He vuelto a bordar papel. Escogí unas fotos de Sonia realmente
maravillosas. Ismael
Catalina es un mago al objetivo. Atrapa de esta mujer la esencia más bonita
que se podría captar. Así que la base ha sido inmejorable. Elegí fotos de ella
misma y otras de sus gatetes.
Probé puntos nuevos, diferentes ideas, volví a escribir con hilo… Los versos de Darío Jaramilllo, poeta indiscutible de los gatos. Por lo tanto, para gatunas como nosotras, de cabecera.
La luna dora los
techos.
Inesperadas, aparecen
las sombras de los gatos.
Son tan sigilosos que
son solamente sus sombras.
Ellos ven todo sin ser
vistos
y todo debe estar
quieto mientras se mueven
para que ellos puedan
sentirse inmóviles,
los gatos, sus
sombras.
Volvió a ser una experiencia muy enriquecedora atravesar el papel. Siempre estoy con lo mismo. Pero es totalmente balsámico y un ejercicio de planificación y concentración enorme. No es que puedas moldear el bordado a tu antojo sobre la marcha, como juegas en la tela, ¡no! Aquí debes organizar primero qué puntos no escaparan al hilo. No hay nada al azar. Nada. Todo un reto.
Espero que a mi pucelana tejedora le haya sido grata la sorpresa. Acabada de amenizar con lanas de nuestra querida Pontelana. Lana merina teñida con rubia por Eugenia. Y unas telitas de Mi Marinita. Curioso ha sido comprar en Valladolid, que llegue aquí para hacer paquete y vuelva a Valladolid. La vida. Por cierto, si desconocéis la tienda, no os la perdáis.
Seguiremos bordando versos, tejiendo calcetines y cuidando de estas flores tan bonitas que me arropan en la distancia y en la vida virtual. Gracias, Sonia.
El cartero, ese día, vino muy temprano a casa. Oi el timbre, entre sueños y pensé que había sido mi imaginación. Cuando me levanté, mire el buzón y había un papel con el remitente inesperado. Salí a buscar al cartero, vivo en un pueblo pequeño y nos conocemos todos. Me entregó el paquete y me senté a abrirlo en la calle. Lo primero que vi fueron las fotos bordadas, y me puse a llorar. Pocos regalos han despertado tanta emoción en mi. Ay, Esther. Que bonita eres.
ResponderEliminarAyyyyyyy qué emoción tus palabras. Te imagino ahí en la calle abriendo el paquete, qué bonica. Me alegro que te sorpriendiera y que te llegara ese cariño que rebosaba del paquete, de verdad de la buena. Gracias, gracias, gracias por estar ahí. Un abrazo.
EliminarQué bonito! Me encanta! Mira que me gustan a mi las cosas hechas a mano y cuando encima hay lana de por medio... ya para qué queremos más! Un proyecto precioso
ResponderEliminarGracias Cristina! Me alegra mucho que te haya gustado ;) Un abrazo
Eliminarandre@mail.postmanllc.net
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